Riki se dispone a tirar pero cuando va a golpear el balón su
entrenador, David Caelles, le grita: “¡Tíralo fuera!”. Riki no replica
y dispara fuera. “Siempre hago caso al entrenador”.
Caelles tomó esa decisión porque “no había sido penalti y porque el público estaba muy alterado”.
Mareo es una cantera en la que se enseña a jugador al fútbol y también
se enseña a las promesas. “Educamos a los chavales para que no hagan lo
que ven en la tele: tirarse, protestar… Los padres son muchas veces
los peores. Yo les pido que no insulten ni chillen”, dice David.
Todo un ejemplo a seguir, una lección de educación, humildad, compañerismo, etc. Todavía queda mucha gente ligada al fútbol base que transmite buenos valores a sus jugadores.
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