Esta mañana jugamos un partido amistoso donde fuimos superiores a nuestro rival, pero no jugamos bien. Nos falto intensidad, concentración, volvimos a precipitarnos en muchos pases y volvimos a demostrar poca puntería. Pese a no jugar bien disfrutamos de muchas ocasiones de gol, algunas de ellas muy claras. Al no conseguir marcar los goles permitimos que el rival estuviese siempre en el partido y así en un error garrafal les regalamos el empate a uno. La falta de intensidad provoco que el rival controlara balones cerca de nuestra área, algo que no debemos de permitir. Me sorprende todo esto después de una semana de buen trabajo, espero que sea cosa de un mal día.
Esto nos debe de enseñar que para ganar un partido debemos de darlo todo, no basta con haber ganado los anteriores.
Foto: Ruben, jugador que esta realizando una notable temporada.
El problema fue la fiesta de hallowen del día anterior y la hora del partido, los chavales estaban dormidos.
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